miércoles, 8 de julio de 2015

Bienvenidos al particular mundo de Eugenia

Esta mañana decidí comenzar a escribir un blog.  Digo, conozco gente que no sólo no tiene nada interesante que decir sino que, encima, lo dice mal y tienen blogs.  Que supongo que alguien lee.  O no.  Anyway, yo también tengo ganas de contarle al mundo las cosas se me ocurren.  
Muchos dirán que a nadie le hacía falta un nuevo blog en este etéreo universo de las vanidades. Estoy totalmente de acuerdo. Por eso, no te detengas a leer.  Sigue tu camino, anda, corre raudamente hacia la rutina mediocre.  Este blog no es para gente tan responsable como vos.  Este blog es exclusivamente lugar para gente que no tiene nada útil que hacer o, en su defecto, que tiene muchísimas cosas útiles para hacer pero está buscando un pretexto para no hacerlas por ahora. 
Estás avisado. Después no digas que no te avisé.

Bueno, como les iba diciendo, me levanté con esa firme decisión en mi cabeza y venía hacia el trabajo pensando cuál iba a ser el primer gran tema de mi blog.  Algo que enganche, que nos interese a todos, que sea divertido, chispeante, alegre, que haga que todos los lectores se enamoren de mi...pero cuando salí del subte y asomé mi cabeza fue de las entrañas de la tierra una imagen llenó del tal manera mi cerebro que no pude pensar en nada más.

Un mujer, yo la veía de espaldas, pero supongamos que de edad mediana.  De arriba hacia abajo: Cabello largo, teñido de negro, suelto, casi llegando a la cintura.  Sacón de cuero, del tipo del antiguo gamulán de color chocolate con piel en cuello y puños, pollera tubo hasta abajo de la rodilla de terciopelo marrón un poco mas claro con bordados en un color contrastante, calzas violeta y botitas de media caña con la parte superior volcada, en color suela con los tacos llenos de barro.  Cuando hube superado las quemaduras de primer grado en mis retinas causadas por semejante visión me detuve a pensar.  ¿Euge, qué es lo que más te molesta de esta imagen?  Es la infame combinación de telas y colores?  Es la poco feliz combinación de largos? No.  Lo que me molesta es el barro en el taco de las botas.  Es decir, hace por lo menos una semana que no llueve.  Yo entiendo y acepto casi con normalidad que si está lloviendo tengas barro en los tacos. Pero si hace una semana que no cae una mísera gota...no puedo, me entienden? Simplemente escapa a mi capacidad.

Y así fue como, por causa de una señora que no limpió sus botas, la primera entrada de este blog no tuvo tema. Quizá mañana, Euge...el mundo de los blogueros no es tan fácil como parecía...don't panic.






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